Desde los más chicos hasta los más grandes se han visto afectados por los movimientos en el tipo de cambio, las tasas de interés, el precio de las materias primas y los altibajos de los índices bursátiles.
Y es que para muestra basta un botón.
El peso frente al dólar inició el año en niveles de 17.38, para ubicarse en los 20.64 pesos/dólar al cierre del viernes pasado.Lo anterior significa que nuestra moneda ha perdido un 18.76% en lo que va del año, equivalentes a 3.26 pesos/dólar.
Para dejarlo más claro, una empresa que debía un millón de dólares al arranque de este año necesitaba 17 millones trescientos ochenta mil pesos para pagar su deuda.
Hoy para pagar esa misma deuda requiere tres millones doscientos sesenta mil pesos más.
También significa que sus costos se le incrementaron tan sólo por tipo de cambio 18.76%, lo que podría borrar una buena parte de su margen, o en el peor de los casos, dejar a la empresa sin margen alguno.
La situación del peso seguirá complicada y con gran volatilidad durante el 2017 con todos los eventos que están sucediendo a nivel global.
A lo anterior hay que sumar el aumento en sus costos financieros, ya que si esta misma empresa tiene créditos en pesos a tasa variable referidos a la TIIE, que es la tasa base que se utiliza para mayoría de los créditos en nuestro país, ésta se ha incrementado en 57.22% de principios de año a la fecha, al pasar de 3.55 a 5.59% al cierre del viernes.
En un esfuerzo por mantener contenidas las presiones inflacionarias por la devaluación del peso y ante la inminente posibilidad de que la FED suba su tasa este mes, Banxico ha incrementado su tasa de referencia en cuatro ocasiones y dos puntos porcentuales en lo que va del año, y no se descarta un aumento adicional en este mes tras la reunión de la FED. La expectativa es que las tasas sigan presionadas.
Para ponerle una raya más al tigre, el precio del petróleo se ha venido recuperando fuertemente a lo largo del año, gracias a las amenazas de la OPEP en el sentido de congelar su producción, amenaza que sea dicho de paso ya se concretó la semana pasada en Viena, al reducir la producción diaria en 1.2 millones de barriles y llevarlos a 32.5 millones.
La reacción del mercado fue un incremento del precio que ubicó al WTI en niveles de 52.65 dólares/barril, tras haber tocado mínimos en el año en enero pasado de 35.73 dólares, lo que significa un avance de 47.35%. Si bien es cierto que sigue habiendo mucho petróleo y que precios más altos significara más producción en el mediano plazo, en el corto plazo el incremento en el precio de los combustibles impactará las finanzas de las empresas mexicanas.
Como verán, amigos empresarios, ante el panorama tan complicado que se vive y el cual se antoja más complicado para el año entrante, hoy más que nunca, el uso de coberturas a través de instrumentos derivados listados toma mayor relevancia, ya que a través de éstos pueden fijar su tipo de cambio hasta tres años por adelantado, o convertir sus créditos de tasa variable a fija hasta por 10 años, o incluso, asegurar el precio de compra o de venta de sus materias primas, como es el caso del petróleo, granos o metales.
Los derivados son seguros de precios y en México, la Bolsa de Derivados es el MexDer, Mercado Mexicano de Derivados.
Señores empresarios; la opción para su futuro está en sus manos.
No permitan que la volatilidad destruya sus empresas. A tomar coberturas.