
La cobertura principal y razón de ser del seguro de vida es el fallecimiento por cualquier causa del asegurado. Evidentemente, el riesgo de fallecimiento aumenta en función de diversas circunstancias que el asegurado debe comunicar a la compañía aseguradora, como son la edad, el género, enfermedades previas diagnosticadas antes de la contratación, profesión, deportes de riesgo… Todas estas circunstancias deben ser comunicadas a la aseguradora a través del cuestionario previo que realiza al cliente. Además, si alguna cuestión personal en la vida del asegurado cambia, aumentando o disminuyendo el riesgo, es necesario comunicarlo a la compañía. Si el riesgo disminuye el prima jugará a favor del asegurado, pero si el riesgo aumenta la prima lo hará en consecuencia.
Sigue leyendo →